La “Zappemanía” repite patrones en la afición de los Patriots – Café Lombardi

La actual “Zappemanía” en la NFL se basa en una leyenda conocida. El 23 de septiembre de 2001 el LB de los Jets Mo Lewis impactó con un golpe en el pecho al QB de los New England Patriots Drew Bledsoe durante el último cuarto. Mientras el pasador fue atendido en la banda, saltaba al emparrillado un completo desconocido, Tom Brady, que se limitó a hacer handoffs hasta que fue reemplazado por Bledsoe en la siguiente serie.

Sin embargo, los compañeros del equipo observaron que el pasador no estaba bien y el equipo médico decidió retirarlo del juego. Drew Bledsoe sufrió una conmoción y sus pulmones se colapsaron tras una hemorragia interna, estuvo 51 días de baja. 

Entonces, Brady, pasador de segundo año, hizo lo que pudo en la última posesión del partido, lanzó 10 pases completando 5 para 46 yardas. Sus últimos cuatro pases fueron todos incompletos. Con Drew Bledsoe fuera, Bill Belichick le dio el mando del ataque a Brady, que en su primer partido como titular completó 13 pases sobre 23 intentos para 168 yardas y terminó con victoria sobre los Indianapolis Colts de Peyton Manning. 

Los números de Brady mientras suplía al lesionado Drew Bledsoe fueron muy pedestres, y cuando a Bledsoe le dieron el alta, el récord del equipo era 3-4.  Todos contaban que una vez lo dejaran regresar recuperaría la titularidad, no en vano mismo verano el exnúmero uno absoluto del Draft de 1993 había firmado el primer contrato de más de 100 millones en la historia de la NFL.

Bledsoe no solo representaba el presente, sino también el futuro, santo y seña en la ciudad de Boston, donde solamente el pitcher de los Red Sox, Pedro Martínez, lo superaba en popularidad.

El movimiento maestro de BB sacudió Boston

Bill Belichick tenía otros planes: continuar apostando por Tom Brady, aunque fuera un QB mucho más limitado físicamente, pero muy cumplidor, y no tomaba apenas riesgos; el prototipo de “Game Manager”, y las reacciones en Boston no se hicieron esperar.

Toda la prensa del momento se lanzó contra Belichick (conviene no olvidar la campaña salvaje de Ron Borges, el insider más influyente de Boston). El entrenador en jefe en su segundo año y con un récord negativo acumulado se atrevió a sentar al chico de oro. El equipo llegó a Accion de Gracias con un modesto registro de 6-5 y por detrás de los líderes de división Miami Dolphins.

También la prensa nacional se hizo eco de lo que pasaba en New England, y muchos lo compararon con el capítulo más negro de Belichick en Cleveland, cuando decidió sentar al ídolo local Bernie Kosar en favor de Vinny Testaverde. En 2001 no había redes sociales, Facebook no nació hasta 2004 y fueron la prensa escrita y radiofónica las que llevaron la voz cantante. La polémica en New England fue mayúscula durante esos días de octubre y noviembre de 2001.

Lo que pensaba la prensa también se trasladó a la afición: pocos entendieron las razones por las cuales Bill Belichick le dio el mando del ataque al desconocido en detrimento del ídolo local. Robert Kraft, que tenía fama de ser un propietario entrometido, abogó por Drew Bledsoe ante Bill Belichick, pero este le hizo caso omiso. El resto es historia.

La Zappemanía repite patrones en New England

El 24 de septiembre de 2022, 21 años y un día después, Mac Jones, pasador de primera ronda de 2021 se lesionó un tobillo en la última posesión. Su lesión le abrió paso a Brian Hoyer que se lesionó a la primeras de cambio, dejando su puesto al novato Bailey Zappe, que no lo hizo nada mal dadas las circunstancias ante Green Bay, que acabó ganando el partido en la prórroga. En los dos siguientes encuentros Bailey Zappe fue titular ambos partidos los saldó con sendas victorias, buenas actuaciones y estadísticas.

Este pasado lunes, Bill Belichick nombró de nuevo titular a Mac Jones en detrimento de Bailey Zappe, para enorme cabreo de una parte del público de Foxboro, pero, tras ser interceptado en el segundo cuarto, el HC sentó nuevamente Jones en beneficio de Zappe, ante el jolgorio del público que ya lleva camisetas de su nuevo ídolo, confirmando la “Zappemanía”. El pasador respondió en sus dos primeros drives y le dio la vuelta al marcador ante el júbilo en Foxboro. Mac Jones, el pasador que en su primer año quedó en segunda posición en la votación  al novato del año y que lideró un ataque que se metió en postemporada, parecía tener las horas contadas en New England. El público ya dictó sentencia: We want Zappe!

La polémica está nuevamente servida en New England, pero esta vez multiplicada a la enésima potencia porque, a diferencia de 2001, ahora existen las redes sociales para avivar lo que entonces fue una polémica en la prensa, y donde la afición solo pudo expresarse durante los partidos. El público en el partido ante Chicago ya lo tiene claro con la “Zappemanía”: abucheó a Mac Jones y elevó a los altares a Bailey Zappe, que tuvo dos primeras series fantásticas, aunque se acabaría desintegrando como un cubo de azúcar en agua ante el empuje de los Bears, y finalizó el partido con tres intercepciones.

Buena suerte tratando de leer la mente de Belichick

Absolutamente nadie es capaz de prever cómo puede acabar la “Zappemanía”. Bill Belichick es el entrenador en jefe más hermético de la NFL y al igual que en 2001, hará lo que él crea es lo mejor para el equipo. Entre tanto, los que observamos todo lo que acontece desde fuera, no nos podemos dejar de divertir ante lo que está pasando: son pocos los que recuerdan lo que pasó en 2001, a pesar de que existan las hemerotecas. 

 En el fondo, en New England creen y esperan que la situación vivida en 2001 se pueda repetir de nuevo, que el desconocido le arrebate el puesto al titular tras una lesión y propulse a este equipo a las estrellas. Mac Jones no ha hecho nada para merecer ser abucheado, como Bailey Zappe tampoco ha mostrado lo suficiente para ser un ídolo; sin embargo, el público ya sabe lo que quiere o supone querer: que con Bailey Zappe se repita lo de 2001. 

¿Qué opinas de la “Zappemanía” y cómo acabará? Te leemos en los comentarios bajo este artículo y en nuestras redes sociales.