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Ya se fue Rhule y Josh McDaniels alza la mano tras otro desastre En MNF

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Es difícil imaginar una afición más decepcionada en estos momentos que la de los Raiders; son horas difíciles para quienes siguen dicho equipo porque, de nuevo, su mal llamado genio es un pusilánime como head coach. Pero lo de Josh McDaniels no es gratuito, sus decisiones cuestan dinero y triunfos, pues a pesar de tener un roster talentoso (y costoso), los resultados son muy por debajo de lo esperado con un récord de 1-4.

Muchos nombres en los Raiders, pero poco equipo

Por nombres, la ofensiva de los Raiders es top en la NFL, en resultados… No tanto. Ya son dos semanas seguidas donde el rival de turno simplemente apaga interruptor de su ataque en la segunda mitad para remontar el partido; entre Arizona y Kansas City, las defensivas han controlado el marcador, limitando la ofensiva de los Raiders a solamente 9 puntos combinados a partir del tercer cuarto. Así, ni siquiera les alcanza con tener al WR Davante Adams (3 REC, 124, 3 TD) en plenitud:

Y si bien, la defensiva no cuenta con la cantidad de nombres del último juego como el propio Davante Adams, TE Darren Waller, WR Hunter Renfrow o RB Josh Jacobs (21 ACARR, 154, 1 TD), lo tiene en cierta medida, como puede ser el DE Maxx Crosby, pero, ¿algún otro? En teoría, ese debería ser el DE Chandler Jones, sin embargo, ese defensivo ha dejado de tener importancia desde hace par de temporadas, el resto de la unidad se debate entre los vestigios de la era Gruden y lo que se ha podido rescatar a últimas fechas. En contraposición a la ofensiva, es una unidad totalmente parchada, pero que aun así debería ser funcional, sin ser este el caso:

Como resultado, los Raiders tienen una ofensiva que tiene límite de tiempo en los partidos, una defensiva que se sostiene con alfileres, ¿qué podría malir sal?

Estaban mejor con Rich Bisaccia

En teoría, este sería un equipo mejor al del año pasado, que llegó a playoffs y le plantó buena cara al eventual campeón de la AFC en el Wild Card, sin embargo, parece que no es así, pero además, le cuesta evitar verse como el que era antes de la salida de Jon Gruden.

El equipo luce descompuesto y enfadado últimamente, clara señal de un vestidor a punto de romperse en un tiempo récord. No vamos a descubrir nada nuevo aquí, hay una razón por la que Josh McDaniels no era head coach en la NFL el año pasado, y eso no era porque fuera un genio a la ofensiva precisamente. Denver, St. Louis, Indianapolis, todos nos enseñaron lo que es con poder, y aun así Mark Davis le quiso dar su cuarta oportunidad fuera de New England.

Ahora en Las Vegas, hasta la forma de jugar, hace ver el gasto frívolo y mal administrado, porque Josh McDaniels sigue viéndose como el adulto con complejo de adolescente que fue a inicios de la década pasada, totalmente carente de orden de ideas. El problema es que la inversión también obliga a los Raiders a mantenerse con este proyecto lo que haga falta, simplemente porque se quedaron sin opciones. Por lo que tampoco es raro ver una frustración creciente en los jugadores, que saben que algo no anda bien desde hace tiempo:

Te hace preguntar ¿y todo para qué? cuando en el interino tenías un equipo combativo, unido y dispuesto a contender, y no solamente a quedarse con el gusto de irse invicto de la pretemporada.

La silla caliente arde para Josh McDaniels

La presión que en los próximos días le va a caer a todo el staff de la franquicia va a ser monumental, pero justo. Josh McDaniels tiene que empezar a responder varias interrogantes: ¿Por qué solo Davante Adams y no la línea ofensiva también?, ¿Para qué Chandler Jones sin un perímetro que apoye? Y especialmente, ¿por qué ir con todo de inicio cada semana, si vas a soltar el juego a la primera?

Son dudas genuinas y que, de verdad, necesitan ser respondidas sin rodeos, al menos eso debería ser un primer paso positivo. Posteriormente, no sería raro que escuchemos de rumores de intercambios en el equipo, simplemente para traer a alguien que calme las aguas. Si eso funciona o no, también depende del próximo resultado, porque por muy buenas intenciones que se demuestren, las conclusiones son lo que importa.

Los Panthers ya mostraron el camino para echar a alguien en este inicio de campaña sin problemas, dejando fuera al HC Matt Rhule, ¿pero lo hará Las Vegas? Difícilmente. La realidad es que el propietario Mark Davis es de los más pacientes de la liga, y tampoco es común echar a los entrenadores en su primer año, a menos que vayan en picada como Urban Meyer el año pasado o por escándalos. Hasta el momento, Josh los tiene jugando 50% de buen football y su talento individual le ha respondido a él, quizás el día que no lo haga, ahí va a bajar ese porcentaje drásticamente.

Mientras tanto, lo más seguro es que en una división con el desastre de Nathaniel Hackett y el QB Russell Wilson en Denver, la irregularidad de los Chargers y unos Chiefs en reconstrucción ofensiva, los Raiders sigan siendo los peores. Y viendo ese roster, uno no puede evitar pensar: hay talento, solo falta apoyarlo. Pero tal vez, eso no pase esta temporada y una imagen dice mucho:

¿Creen que Josh McDaniels termine como Matt Rhule o logre enmendar el camino de los Raiders esta temporada? Coméntanos tus opiniones debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.

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