Los Eagles van en picada en la NFC, ¿todavía son favoritos al SB LVIII?

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Los Eagles viven su peor momento en mucho tiempo, incluso más allá de este año. Su impresionante récord de 10-3 ya no les da para liderar la NFC East después de este domingo por la noche tropezar ante los Cowboys, y los efectos de sus últimas derrotas ya se ven reflejados en la perdida de su control sobre la Conferencia Nacional. Poco a poco dejan de asustar como en un principio. ¿Es un bache o algo más profundo?

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Los Eagles vuelan peligrosamente bajo en este momento

En 2022, los Eagles solo perdieron cuatro partidos. Este año, al menos hasta su doceavo partido, solo perdieron una vez, contra los Jets, y prácticamente les costó bastante poder hacerla posible. Por eso, sus últimas dos semanas podrían considerarse el punto más bajo de su vuelo en par de temporadas.

El momento no podría ser peor, dado que solamente quedan cuatro partidos más en el calendario y empatan en récord con los 49ers y Cowboys, curiosamente, sus derrotas más recientes en el calendario. Lo más preocupante es que en ambos casos se han visto muy similares, pero quizás hasta en victorias cercanas a este punto en la historia fueron similares.

Incluyendo su triunfo sobre los Bills, siempre tuvieron que venir de atrás para consolidar el resultado a favor. En la práctica no era para nada sostenible y, de hecho, alargar demasiado para obtener aquella victoria, trajo consigo efectos negativos a la salud de su roster, logrando la aparición de lesiones considerables. Por ello, en sus siguientes partidos fue inevitable la derrota y una reafirmación de sus problemas este año.

La defensiva se vino abajo muy pronto, evidenciando la debilidad de sus linebackers, que siempre parecían estar bien de la mano de sus linieros defensivos en plenitud. Los equipos no tardaron en ir por esta grieta en su muro defensivo y así es como consiguen grandes dividendos cada semana.

Sin pass rush, tampoco están teniendo la misma secundaria de antes, que entre la edad de su dupla de esquineros, las lesiones de sus safeties y tener que sostener coberturas más tiempo, los están acabando.

La pólvora en la defensiva está mojada, pero también aplica lo mismo en ofensiva. Más allá de chispazos ocasionales, producto de jugadas grandes, es una unidad inconexa que se pierde por largos tramos del partido, pero esto también se explica en las horas extra que del otro lado los obligan a tener porque no pueden contener a sus rivales. Esto último fue evidente cuando hubo que jugar físico contra Dallas, y ellos ganaron, doblegaron y forzaron errores de gente tan confiable como el QB Jalen Hurts o WR A.J. Brown.

Este no es un mal equipo, no vamos a exagerar. En esencia, es un conjunto cansado que no ha tenido respiro y que esperaban tenerlo con ese sembrado número uno que ahora se les escapa. Aun con todo, este staff es el único rayo de esperanza que les queda para tratar de conectar tanto talento y dirigirlos al rumbo correcto. Todo es corregible, pero también es verdad que en dos derrotas se acumularon muchos problemas y quién sabe si el tiempo les alcance para enderezarlos a tiempo.

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