¿Es la mejor opción el Estadio Azteca para un juego de NFL en México?

Ni una sola decisión de carácter relevante para un colectivo debería carecer de meditación previa, y esta liga no es la excepción. La NFL vuelve a territorio mexicano este próximo lunes 21 de noviembre con duelo divisional de la NFC West entre Cardinals y 49ers. ¿La sede? El Estadio Azteca de la Ciudad de México, pero, ¿es realmente un recinto ideal para ostentar un juego de NFL? Sin más, en este artículo te lo contamos.

¿Es ideal el Estadio Azteca para un juego de NFL?

A grandes rasgos, México no tiene recintos ni instalaciones, por inyección económica e infraestructura, que rivalicen con aquellos que albergan en Estados Unidos juegos de NFL (o incluso colegial) semanalmente. Sin embargo, contrario a lo que pareciera, el Estadio Azteca no es la opción predeterminada con la que cuenta la liga cada que vuelve a territorio mexicano, pero los partidos aún se realizan en el Coloso de Santa Úrsula porque, sinceramente, es la mejor opción que ofrece nuestro país tomando en cuenta situaciones extracancha.

En primera instancia, con capacidad actual para 87 523 espectadores (a pesar de que se han eliminado asientos por remodelaciones y para albergar instalaciones como restaurantes), el Estadio Azteca continúa siendo el más grande de México, y es un gran punto de partida donde destaca sobre el resto de la nación, pero no es lo único.

Para un evento de este calibre, no solamente se considera el aforo total, sino también temas de afluencia de gente, instalaciones, infraestructura de la ciudad, logística, entre otros ciertos aspectos y, ante los ojos de la NFL, aún nada mejor que la Ciudad de México.

Ciudad de México: la opción más lógica

CDMX, con datos proporcionados del INEGI, es la segunda entidad más poblada de la nación con un total de 9 209 944 millones de habitantes, solo siendo superada por el Estado de México, aunque por motivos prácticos puedan considerarse una fusión por su inminente cercanía. Ello, aunado a la posición céntrica privilegiada donde se ubica la ciudad, para la liga se traduce automáticamente en asistentes (dinero, capital). Por ende, sigue siendo la metrópoli consentida.

Pero existe más. Un evento de este calibre no solo involucra operaciones dentro del estadio, sino también la capacidad de la urbe para ajustar en temas de logística. Sobre todo en adecuación en tema de estacionamiento y en espacios cercanos que se utilizan para el mismo fin, como centros comerciales o supermercados que incluso llegan a tener convenios con el estadio en cuestión para fungir como estacionamiento en días de evento.

También deben contemplarse llegadas y salidas. Normalmente, durante juegos de NFL, las calles de las ciudades de Estados Unidos cambian de sentido para evitar tráfico alrededor de ciertos kilómetros a la redonda de los estadios. En otras palabras, las vialidades menores tienen la capacidad de cambiar de flujo. Durante un tiempo la vialidad entra hacia el estadio, y mientras el partido se celebra, la calle en cuestión cambia la circulación para, al salir, evitar aglomeraciones, facilitando el proceso de partida.

Sin embargo, como el Estadio Azteca en Ciudad de México atraviesa avenidas amplias, resulta complicado pensar en el cambio de circulación como una opción real. Por ende, siempre se presenta la misma problemática de que resulta prácticamente imposible salir del recinto en automóvil sin aglomerarse. Pero la CDMX, a excepción de 2018, ha estado a la altura a lo largo de los años y han sabido solventar con el famoso servicio de Park N’ Ride, que, si asistirás al Estadio Azteca, debes consultar aquí.

Nuevo León, Jalisco, ¿opciones viables para el futuro?

Seamos realistas, México es bastante grande en territorio, por lo que múltiples ciudades alzan la mano como alternativas para ostentar un juego de NFL. La primera es Monterrey con su Gigante de Acero, mejor conocido como Estadio BBVA, que abrió sus puertas al público en agosto de 2015. Sin embargo, la problemática radica en que dicho recinto solo tiene capacidad para 53 500 espectadores, cifra lejana a los 61 500 que puede albergar Soldier Field, hogar de los Bears y el estadio más pequeño de la NFL. 

Debido a ello, podría no traducirse en una fuerte inyección económica el realizar un evento de este calibre en el norte de México, además de que complica el viaje para un sinfín de mexicanos que habitan zonas como el Bajío, el Centro, o el Sur. Pero a aquellos que sí beneficiaría sería a los propios estadounidenses y a los mismos equipos de la NFL, pues, indudablemente, tendrían que realizar un viaje corto para llegar a Monterrey, donde ya se albergó juego en 1996.

Por último, no se debe descartar Jalisco, donde se ubica el Estadio Akron, otro de los más nuevos del país que abrió sus puertas en julio de 2010. No obstante, si el problema de capacidad del Estadio BBVA era notorio, el ubicado en Zapopan solo puede ostentar 48 071 espectadores, por lo que, a primera instancia, no parece benéfico para la NFL y tampoco para los jugadores, quienes no se ahorrarían el tiempo de viaje que harían a Monterrey. 

A pesar de ello, Jalisco actualmente enfrenta un crecimiento exponencial, y es la tercera entidad más poblada del país con 8 348 151 millones de habitantes, lo cual habla de que, en un futuro no lejano, podría recibir de brazos abiertos a la NFL, así como recién albergó con éxito evento de Sergio ‘Checo’ Pérez de la F1. Así, claramente, CDMX tendrá competencia a mediano plazo para continuar siendo ciudad sede de la NFL, aunque, ¿por qué no?, soñar con dos juegos en México en una misma campaña.

¿Consideras que el Estadio Azteca es ideal para un juego de NFL? ¿Qué otra sede propondrías? Te leemos en los comentarios debajo de este artículo y en nuestras redes sociales.

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