...

A los Packers ya se los llevó la flaca esta temporada

0

Los Packers siguen sin poder ganar por cuarta semana consecutiva, ahora cayeron ante el gran favorito de la AFC, los Bills, por marcador final de 27-17 en Buffalo. No obstante, es difícil imaginar un caso en esta temporada que sea más contradictorio que este equipo, porque más allá de las deficiencias, en realidad tienen el talento, pero no la mentalidad ganadora. ¿Damos por perdida esta campaña para Green Bay?

Los Packers se ahogan en un vaso de agua

Como ha sido el caso toda la temporada, la incapacidad de generar consistencia, porque por más que encuentran grietas en sus rivales, pocas veces capitalizan más allá para consolidar el triunfo. Por ejemplo, corren 208 yardas por tierra ante Buffalo, pero nunca anotaron TD por esta vía; o a pesar de solo generar 203 yardas por aire, intentaron lanzar 30 veces por esta vía. Esto también nos lleva a entender que las decisiones son espantosas en el staff.

Casos como las conversiones de cuarta oportunidad fallidas o la intercepción cerca del final, significaron oportunidades de puntos mal aprovechadas. La falta de contundencia dio como resultado una discordancia entre el dominio de las estadísticas y los resultados en el campo. Es decir, Green Bay obtuvo:

  • 21 jugadas a la ofensiva, contra 20 de sus rivales.
  • Tiempo de posesión de +33 minutos, contra +26 del oponente.
  • Más conversiones de tercer down que los Bills
  • 398 yardas totales y, Buffalo, solo 369 en sumatoria.

Buena parte de las estadísticas fueron resultado de una predominancia en el juego terrestre, pero para ganarle a los equipos de hoy en día, hace falta involucrar el pase; desafortunadamente, a Green Bay eso se le complica enormemente hoy en día. Esa falta de dinamismo está generando un problema bastante grave en general.

La única manera en que estos Packers pueden mover el balón sin problemas, es por tierra. Sin embargo, este método toma demasiado tiempo de desarrollo. Por ejemplo, en su primera serie ofensiva tardaron 8:38 minutos y ejecutar 12 jugadas, mientras que buffalo solo necesitó de 8 jugadas para moverse 80 yardas y anotar en la siguiente serie. Eso estaba bien hace más de una década, pero no en la NFL moderna.

La inconsistencia de Aaron Rodgers

Este año ha sido francamente olvidable para el pasador de los Packers, Aaron Rodgers, pues está lejos de los números que acostumbra. Más allá de los receptores que tiene, tampoco existe una química notable con ninguno. Por consiguiente, tiene algunas de las estadísticas más pobres de su carrera:

  • Yardas aéreas por juego: 225.0*
  • Yardas por intento de pase: 6.6*
  • Rating de pasador: 94.5 (peor desde 2015)

(*) Más bajos como profesional desde 2008

Con el pase prácticamente inexistente, su juego terrestre no funciona cuando el rival se pone por delante. Esto también lleva a poner a una base bastante inexperta a pelear en circunstancias para las que aún no están preparados. No obstante, este conjunto de jugadores es más grande este año.

La difícil realidad de Green Bay

A diferencia de otros años, este grupo está mucho menos plagado de estrellas y, más bien, promesas. Esto conlleva a que varios que entran al campo, todavía no figuren como se espera y tengan una falta de química relevante. Son como dos ideas chocando en el mismo momento en que se tratan de conjugar.

Esto fue particularmente notorio en la serie final del encuentro, donde los Packers, totalmente desesperados por anotar, no pudo organizarse de memoria para seguir una ofensiva sin reunión. Entre tantos linieros ofensivos y receptores novatos, varios estaban confundidos para continuar y, a la larga, fueron un problema sin saberlo.

Aun así, dentro de lo bueno, existe potencial y un talento emergente, pero los están llevando a un límite que solo los expone, más que beneficiarlos; WR Romeo Doubs, LB Quay Walker, OL Zach Tom, OL Sean Rhyan, etc. han dado muestras de poder aportar a la larga.

No obstante, tenemos un conjunto que termina siendo expuesto y, en lugar de una progresión natural, tiene que ir a trompicones para generar el efecto que se desea desde los controles.

No se puede evitar reconocer que la offseason de los Packers ha sido equivocada, porque han ido a dos extremos para rearmarse este año, pero no hallaron un punto medio que hiciera coexistir esa idea.

Es decir, equipos como el que acaba de enfrentar se refuerza cada año en Draft y agencia libre para competir, sin embargo, eso no existe en esta organización. Y por consiguiente, hay una disparidad en el roster preocupante.

La realidad es que tal vez debemos aceptar que esto es una reconstrucción, y ya no podemos simular otra cosa. Y lo mejor es dejar que todo siga su curso natural, en lugar de forzar algo que no son esta temporada: un contendiente.

¿Ustedes creen que los Packers pueden darle un giro importante a esta campaña? Pueden dejar sus opiniones debajo de este artículo o a través de nuestras publicaciones en redes sociales.

Nos interesa saber tu opinión, deja un comentario sobre este post

avatar
  Suscríbete  
Notifícame por