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Sean Payton: ejemplo de un head coach sobrevalorado – Café Lombardi

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Cuando hablamos de que alguien en la NFL está sobrevalorado, normalmente siempre hablamos de jugadores. La sobrevaloración se puede dar cuando toca renovar contrato o un jugador alcanza el status de agente libre. El caso más claro fue el del DT Albert Haynesworth: los Washington Redskins le dieron un contrato de más de 100 millones y jamás se acercó siquiera a su valor.

En pasadores, es habitual que se encuentren sobrevalorados. Tenemos el caso de Kirk Cousins: no es un mal pasador, pero tampoco vale lo que le pagan. Ahora estamos pendientes de Deshaun Watson, ¿vale 230 millones garantizados y la cantidad de selecciones que se pagó por él? Y no podemos dejarnos el caso de Lamar Jackson, aunque aquí el que se sobrevalora es el propio jugador.

No es muy usual que un entrenador en jefe que triunfó en un equipo regrese a la banda en otro equipo con el mismo grado de éxito. Bill Cowher dejó Pittsburgh y, pese a los cientos de cantos de sirena, nunca regresó en la misma forma. Jon Gruden regresó a los Raiders con un contrato desmesurado tras triunfar en Tampa Bay, pero si algo se demostró (además de la podredumbre de su alma) fue lo tremendamente sobrevalorado que estaba. Y Jimmy Johnson, cuando se dio cuenta de que no ganaría el Súper Bowl con los Miami Dolphins y un envejecido Dan Marino, se escabulló para no manchar su legado en Dallas.

El caso más reciente, dejando fuera a entrenadores escolares como Chip Kelly o discípulos de Bill Belichick, es Mike Shanahan: su regreso a Washington es más recordado por haberse cargado la carrera de Robert Griffin III que por sus éxitos deportivos.

¿De dónde sale la fama de Sean Payton?

Sean Payton ha dicho que quiere regresar al puesto de entrenador en jefe en 2023 y ya ha empezado una carrera para reclutarlo. De momento, que se sepa, Denver es el primero que tiene permiso para reunirse con él. Pero hay algo que me hace cuestionarme si merece el crédito y prestigo que arrastra Sean Payton: su QB durante 14 de los 15 años que fue entrenador en jefe, fue Drew Brees, quien solo espera que lo llamen de Canton, Ohio, para enfundarse en color dorado.

Drew Brees llegó a New Orleans tras el descarte los Miami Dolphins. Antes de poder ficharlo, Payton quiso llevarse a Tony Romo, entonces un completo desconocido en el roster de Dallas, y al que conocía sobradamente por su tiempo bajo la batuta de Bill Parcells. Se topó con la negativa de Jerry Jones. Así, Payton heredó un equipo azotado por la crisis del huracán Katrina que destruyó gran parte de la ciudad de New Orleans, y por supuesto el Super Dome, lo que hizo de los Saints un equipo itinerante en 2005.

Al año siguiente, Sean Payton le da la vuelta a la franquicia con un ataque liderado por Brees junto con el novato elegido en segunda posición del draft, Reggie Bush, uno de los jugadores más eléctricos en salir de la NCAA. El equipo jugó la final de conferencia tras acabar con un registro de 10-6 en la temporada regular. Tras el éxito de su primer año, llegaron sendas temporadas donde el equipo no clasificó para la post temporada con registros de 7-9 y 8-8. Los Saints fueron un equipo con una ofensiva muy potente pero con una defensa muy endeble. 

Entonces llegó el polémico coordinador defensivo Gregg Williams, un pésimo entrenador en jefe, pero alguien que sabe mucho de defensa, sobre todo de jugar al límite del reglamento y más allá, como se pudo comprobar con el escándalo del Bountygate. Con un ataque de alto octanaje —eso sí es de reconocer que nunca faltó con Sean Payton— y una defensa muy agresiva que jugaba al borde y fuera del reglamento, los New Orleans Saints ganan su único Super Bowl en 2009. 

Drew Brees y Sean Payton son la cara amable y bonita de aquella gesta, aderezada con la historia del resurgimiento de la ciudad de New Orleans, pero la parte menos amable, sucia y que se encubre es la defensa y métodos de Gregg Williams.

La otra cara del head coach: 2012-2021

Tras descubrirse el escándalo del Bountygate, Williams fue expulsado de la liga y Sean Payton, conocedor de ello, sancionado por una temporada entera. En su retorno, Sean Payton recluta como coordinador defensivo al histriónico Rob Ryan, más reconocido por su oronda figura, gestos y melenas, además de buscar ser el centro de atención, que por sus méritos como coordinador. Son los años en que los Saints enlazan tres temporadas de 7-9, con un ataque espectacular y una defensa de risa, tan de risa que los Saints solo buscaban tener el mayor número de posesiones para poder ganar los encuentros.

En 2017 Sean Payton recluta como coordinador defensivo al acreditado Dennis Miller. Con él dirigiendo la defensa regresan a la élite. Manipulando hasta el extremo el Salary Cap, ganan su división cuatro años consecutivos. Su techo es una ajustada derrota en la final de conferencia de 2018 ante los Rams con otro escándalo mayúsculo, el partido del NOLA No Call.

La retirada de Drew Brees obliga a Payton a hacer algo que nunca había hecho antes. buscar un QB. Tras una sola temporada con Jameis Winston y el experimento fallido de Taysom Hill, decide apartarse a pesar de tener contrato en vigor. Su registro fue un discreto 9-8 con una gran defensa dirigida por Dennis Miller y un ataque ramplón donde solo destacaba Alvin Kamara.

¿Qué veremos en la tercera parte de esta película?

Ahora mismo Sean Payton es el el candidato a entrenador en jefe más deseado y buscado, tanto por equipos con dicha vacante, como con HC bajo contrato. Se le vinculó a los Dolphins junto con Tom Brady. De nuevo, la sombra de Payton planea sobre la suspensión de Stephen Ross y el castigo al equipo con pérdida de elecciones de Draft. 

Ahora ya puede entablar negociaciones con equipos, y tiene de momento el permiso de los Saints, propietarios de su contrato, para reunirse con Denver. Con Payton hay un claro patrón: busca un equipo con un pasador de élite. ¿Y un coordinador defensivo de élite? Cuando se supo que quería volver, sonó el nombre de Vic Fangio.

Una cosa tengo muy clara, si Sean Payton regresa, lo hará con un equipo con un QB consolidado y con un coordinador defensivo de campanillas. No veo a este entrenador aceptando un puesto donde tenga que elegir un pasador en el Draft, o carezca un coordinador defensivo que le garantice una buena defensa. 

¿Recuerdan cuando Jeff Fisher se desvinculó de los Titans? Tras hacerse con sus servicios los Rams, se vieron las todas las razones por las cuales estuvo tremendamente sobrevalorado. El final de la película podría repetirse si no se le acompaña un QB de élite y una defensa con un coordinador que sepa lo que hace. 

¿Crees que la percepción de la NFL sobre Sean Payton está justificada? Esperamos tu opinión bajo este artículo y en nuestras redes sociales.

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Jorge
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Jorge

Payton es un muy buen HC, lo que pasa es que a veces se pasa de listo y se cree que va a inventar el Football y eso es lo que le pierde.