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¿Podrán mantenerse los Cowboys en la pelea a pesar de su 6-3?- 4ta y Rod

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Esta semana ha sido tensa en Texas. La semana pasada, los Dallas Cowboys perdieron un partido que nadie esperaba, contra un equipo relegado de Green Bay que venía de perder cinco juegos de manera consecutiva, y que ya perdió el sexto antes de esta publicación.

Para los Cowboys, definitivamente, jugar contra los Packers es un suplicio y un déjà vu constante, ya que no solo les representan al equipo de la NFC al que menos veces le han podido ganar con un porcentaje de victorias de 43.30% (mínimo 20 enfrentamientos), sino que Aaron Rodgers en su carrera contra los Cowboys está con un récord de 8-2 (2-0 en postemporada). Estos Packers, junto con los 49ers, son los únicos equipos de la NFC con los cuales Dallas no ha logrado tener un récord ganador en su historia (43.30% y 48.30% respectivamente).

El escenario estaba preparado para que Mike McCarthy hiciera su retorno al Lambeau Field para darle una lección a su antiguo equipo, luego de que fuera despedido en diciembre de 2018. Y lo más sorprendente de todo es que llegaba con una franquicia que tenía un récord histórico de 180-0 (195-0 incluyendo partidos de postemporada) en partidos en los que tenía una ventaja de al menos 14 puntos, entrando al último cuarto de juego.

 

Más allá de lo sucedido en el partido, quisiera analizar algunas conclusiones posteriores, todo ello de cara a lo que le resta a la temporada, y sus pretensiones en postemporada. 

Cowboys: errores garrafales y ¿corregibles?

La primera conclusión es que tanto McCarthy como Prescott aún no están preparados para ganar o manejar partidos cerrados en la liga, así de simple. Todo les jugaba a favor, y en los momentos en los que más se necesitaba a Prescott (último cuarto y tiempo extra), este no estuvo a la altura de las circunstancias.

Desde 2011, Prescott tiene el segundo peor porcentaje de pases completos en terceras y cuartas oportunidades (43.3%); algo que le urge corregir, pues son números comparables solamente a los de… ¡Tim Tebow! Los Cowboys no pudieron anotar ni un solo punto en ambas partes del partido, mientras que los Packers anotaron 17 puntos para remontarlo.

¿Cómo es posible que, teniendo a una de las defensiva más respetadas de la liga esta temporada, los Cowboys no hayan podido limitar a un equipo de los Packers que solo le venía de anotar 9 puntos a los Lions la semana anterior? Y es que el plan de juego de Green Bay era clarísimo: acarrear el balón hasta el cansancio. A-Rod solo lanzó 5 veces en toda la primera mitad y completó tan solo 14 pases para un total de 224 yardas, 3 pases de TD sin INT. Mientas que tanto, Aaron Jones y A.J. Dillon acarrearon 37 veces para un combinado de 203 yardas.

Y es que, cuando se sabe contra quién acarrear el balón (los Cowboys en defensa son los 29 de la liga contra el juego terrestre), se logra proteger también al quarterback de la que era la fortaleza defensiva de Dallas: las capturas. Micah Parsons (que venía acumulando ocho capturas) no logró poner en aprietos a Rodgers en todo el partido. Mucho afectó que lo alinearan más como un LB que como un pass-rusher; en lo personal, un error garrafal del staff de coacheo. 

Puede que los Cowboys tengan excelentes jugadores del lado defensivo del balón, y ciertamente otros en la parte ofensiva, pero si llegado el momento en el que enfrentan a un QB de la categoría de Aaron Rodgers, en partidos estelares, pegados en puntaje, y de visita, y no pueden ganarlo, ¿de qué sirve llegar a postemporada? Dallas perdió una magnífica oportunidad para acortar distancias dentro de su división con la derrota de los Eagles frente a los Commanders; algo que los Giants sí supieron aprovechar.

Las duras pruebas que vienen el resto del calendario

Tras haberse expuesto notoriamente el talón de Aquiles del America’s Team, le urge a Dallas ajustar las piezas defensivas necesarias para detener el juego terrestre de futuros rivales. Más aún cuando al menos 5 de los 8 equipos restantes de su calendario han acarreado para al menos 1 124 yardas hasta el momento. Hablamos de equipos con Dalvin Cook, Saquon Barkley, Jonathan Taylor, Dameon Pierce, Travis Etienne, Miles Sanders, y Derrick Henry, entre otros.

Especialmente en los próximos dos partidos (Vikings y Giants), tanto la defensa como Dak tienen que sentar un precedente para afianzarse como serios candidatos en la Conferencia Nacional. Recordemos que el año pasado los 49ers los eliminaron de la postemporada, planteándoles un ataque íntegramente enfocado por la vía terrestre. 

Aún luego de la dura derrota en tiempo extra y de visita, los Cowboys se encuentran en una posición favorable con un récord de 6-3 luego de nueve partidos. Aunque en una NFC Este cada vez más competitiva, cada victoria contará a medida que la carrera por la postemporada empiece a tomar forma.  

¿Crees que Dallas logre sobreponerse a este gran bajón de mitad de temporada para pelear playoffs en la NFC? Esperamos tus comentarios para esta columna bajo este artículo y en nuestras redes sociales.

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Laura
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Laura

Muy interesante este artículo. Lamentablemente por algo Dallas es nombrado el equipo de la “estrella solitaria” es un equipo que sabe como fallar en momentos importante, el staff de coach sabe hacer desastres y no seguir el plan de juego que mejor le salen, corren cuando podrían lanzar y lanzan cuando deberían correr. Dak Prescott podrá hacer muchos números en algunos partidos, pero en los momentos claves no hay manera de que se presente. Y McCarthy nos recuerda el porque no se quería a Jason Garrett y como fan a él tampoco lo queremos. Me pregunto si veré a Cowboys… Read more »