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Ser profesionales o divos: los Texans y Rodgers esta Semana 1 – Café Lombardi

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La arenga de “sé un profesional” (“Be a Pro”), es uno de los tópicos más usados del mundo del deporte de paga.  Ser profesional no es solo una aptitud: todos sabemos que quienes llegan a la NFL tienen las cualidades atléticas necesarias para llegar allí, es también la actitud, casi tan importante –o más– que las aptitudes físicas. Tim Notke, un modesto entrenador de baloncesto de High School, en una ocasión dijo “el trabajo duro gana al talento cuando el talento no trabaja duro”, cita luego popularizada por Kevin Durant y Tim Tebow, entre otros.

Los profesionales de la NFL ya no son aquellos deportistas que tienen otro oficio en la temporada baja cuando no están jugando al football, sino que son profesionales las 24 horas del día y los siete días de la semana. Un profesional debe cuidar todo: desde su alimentación hasta su exposición pública. Por supuesto que tienen derecho a sus vacaciones, momentos de ocio y otros lujos que solo ellos se pueden permitir, pero, ante todo y sobre todo, deben actuar como unos profesionales muy bien pagados por hacer su trabajo.

La semana de Kickoff nos ha servido para ver las dos caras de la moneda, la enorme diferencia que existe en actuar como un profesional y actuar como un divo.

Los Texans como ejemplo de profesionalismo

No tiene que haber sido nada fácil ser miembro de la plantilla de jugadores y entrenadores de los Houston Texans durante la temporada baja. Será casi imposible no encontrar un solo medio que no haya dicho o pensado que este es el peor equipo de la liga, que es una plantilla que no vale, que sus entrenadores son unos desconocidos y carecen de las credenciales suficientes para ser parte de la NFL.  Jugadores veteranos como Tyrod Taylor, Whitney Mercilus, Mark Ingram, Brandin Cooks, David Johnson, etc., habrán leído, visto y oído de todo sobre este equipo y cómo está condenado de antemano a ser el último clasificado, incluso de ganar un solo partido.

Sin embargo, nunca deberíamos dudar de quien actúa como un verdadero profesional. Los jugadores de los Texans dieron una lección majestuosa de profesionalismo, derrotando con contundencia y claridad a los Jacksonville Jaguars de Urban Meyer

Si hay alguien que deberá dar muchas explicaciones, ese no es otro que el head coach de los Jacksonville Jaguars. Lo que pudimos ver en el campo fue todo menos un equipo profesional de la NFL. Urban Meyer aterrizó con todo el crédito que se ganó en la NCAA, mientras que de David Culley muchos se preguntaban qué había hecho exactamente para ser Head Coach, aunque fuera de estos Texans supuestamente tan malos.

Aaron Rodgers: la dolce vita no es ser profesional

Nadie que haya visto al menos una temporada de NFL puede dudar de las excepcionales cualidades para jugar al football que reúne Aaron Rodgers. En todo el tiempo que llevó siguiendo este deporte nunca he visto a nadie tan dotado para ser QB como él, quien es al puesto de QB lo que el David de Miguel Ángel al mundo de la escultura: es sencillamente perfecto.

No obstante, lo que pudimos ver el domingo de Aaron Rodgers fue el brochazo final a una temporada baja caótica por parte del QB. Todo empezó tras la derrota en la final de conferencia de la NFC cuando cuestionó a su head coach Matt LaFleur. Después, continuó con un estira y afloja sobre si quería seguir en la franquicia, si quería un nuevo contrato o simplemente dejar el football. Vino su experiencia como conductor de un exitoso programa de TV, y como remate se publicaron unas fotos en compañía de su pareja sentimental, donde se le vio sensiblemente más delgado y con una notable pérdida de masa muscular, todo ello aderezado por sus ausencias en las OTA, ni tan siquiera a los obligatorios.

A unas pocas horas de empezar el Traning Camp se arreglaron las diferencias entre Rodgers y los Green Bay Packers, le modificaron el contrato y le trajeron al WR Randall Cobb, precisamente de los Houston Texans, un jugador de su gusto para saciar su apetito por mandar en la franquicia. 

Este domingo, en su debut ante los New Orleans Saints, se cayeron todas las caretas y lo que vimos fue a un Aaron Rodgers patético, hasta el extremo de desentenderse por completo del juego, hacer lanzamientos impropios de su calidad y con un lenguaje corporal que pedía a gritos que lo sacaran del campo. Y así fue: el partido lo concluyó Jordan Love. Si a todo lo anterior lo acompañamos con una estética personal más propia de un vagabundo que de un profesional de la NFL, no puede uno más que cuestionarse el profesionalismo de Aaron Rodgers.

Se trata solamente de un partido y el lunes jugarán contra los Detroit Lions, una de las víctimas habituales y favoritas de Aaron Rodgers. El QB tendrá la oportunidad de enderezar las cosas y dar una imagen muy diferente a la que pudimos ver ante los New Orleans Saints, donde el MVP parecía Jameis Winston.

Aaron Rodgers se ha comportado durante toda la temporada baja como ese divo de la ópera que cree que, el día que salte al escenario, su excepcional talento le salvará. Durante todo ese tiempo dejó de ser lo que se supone que es, un profesional, y no como Tyrod Taylor, que es seguramente el QB titular menos talentoso de la liga, pero él sí que hizo caso al lema de “Be a Pro”.

¿Qué opinas de lo visto esta semana 1 de la Temporada NFL 2021? Qué otros ejemplos de profesionales o divos rescatas? Nos leemos en los comentarios bajo este artículo y en nuestras redes sociales. 

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Jorge Meneses
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Jorge Meneses

De acuerdo totalmente con tus comentarios, hiciste muy ameno el artículo, según mi punto de vista.