Los 5 mejores corredores rumbo al Draft NFL 2020

Estos son los 5 mejores corredores rumbo al Draft NFL 2020, una posición que en años recientes esta posición ha puesto a los scouts y general managers a debatir si es posible encontrar talento en rondas intermedias y tardías o si vale la pena invertir una selección de las primeras dos rondas para tener a un jugador que marque diferencia.

1. D’Andre Swift – Georgia

Un corredor altamente efectivo por fuera de los tackles, con una mezcla única de fuerza física, aceleración, agilidad y balance para maximizar los espacios y quitarles el ángulo a los defensivos en el segundo nivel. Cuenta con buenas manos y excelente agilidad lateral para aportar en el juego aéreo.

Es una amenaza constante cada que toca el balón, ya que puede escaparse en cualquier oportunidad que toca el balón. Su excelente visión y explosividad lo hacen ideal para un sistema donde principalmente se corran inside y outside zone. Sin embargo, es adaptable para prácticamente cualquier otro sistema. Gracias a que tiene un centro de gravedad bajo, se le facilita romper tackleadas y ganar yardas después del primer contacto. Su habilidad para acelerar rápidamente lo convierten en un arma mortal.

Podría ser tomado al final de la primera ronda o temprano en la segunda.

2. Jonathan Taylor – Wisconsin

Estamos ante un productivísimo prospecto. A lo largo de tres temporadas se encargó de amasar acarreos, yardas y premios; registró 926 acarreos para 6,174 yardas y 50 touchdowns. Algunos mencionan esto como un posible contra debido a que el desgaste que tuvo en su carrera colegial lo podría hacer un jugador de un solo contrato, sin embargo bien vale la pena invertir en cuatro años de su producción.

Presenta una buena combinación de fuerza en las piernas, explosividad en espacios cortos y una velocidad devastadora en campo abierto. A pesar de que sus cualidades brillan más en un esquema de poder, puede ser titular en cualquier esquema. Es de ese tipo de jugadores que entre más corre, más poderoso se ve.

3. J.K. Dobbins – Ohio State

El producto de los Buckeyes tiene el potencial para convertirse en un corredor protagónico en la liga. Habiendo acumulado más de 4 400 yardas en tres temporadas colegiales, de las cuales más de 2 000 vinieron en su último año.

Sus características lo pueden hacer brillar en un esquema de poder, ya que posee paciencia detrás de la línea, agilidad en espacios cortos, explosividad, poder y elusividad que le permiten encontrar la salida. Lo distinguen su visión y habilidad para mantenerse de pie tras el contacto. Además tiene buenas manos que lo convierten en arma aérea.

Fácilmente puede convertirse en la pieza principal de un ataque terrestre por comité, en donde se vea complementado por un corredor que aporte velocidad y jugadas explosivas, haciéndose él cargo de las yardas difíciles por el centro de la línea.

4. Zack Moss – Utah

Un prospecto ideal para el segundo día del Draft que aportará producción inmediata y consistente. Tres temporadas consecutivas de más de 1 000 ardas por tierra, al menos 5.5 yardas por acarreo y más de 10 touchdowns lo respaldan. Destacan su balance y habilidad para cambiar de dirección en zonas cortas. Siempre que lo tacklean cae hacia adelante, asegurando por lo menos una yarda extra. Además cuenta con suficiente visión, fuerza y manejo de pies.

Por todo esto, Moss es realmente bueno rompiendo tackleadas, tal vez el mejor de la clase en ese rubro, así como sumamente eficiente en zonas de corto yardage o en zona de goal. Por si fuera poco, tiene muy buena habilidad para atrapar el balón para un corredor de su tamaño, lo que le dan el potencial de convertirse en un corredor de tres downs. No obstante, es más un corredor de poder que una amenaza de jugadas grandes, sin embargo es el tipo de jugador que puede cargar con la mayoría de los acarreos de un equipo.

Deberá mantenerse sano para ser relevante, ya que ha tenido su buena dosis de lesiones a nivel colegial, por lo que la ofensiva que lo seleccione deberá tomar eso en cuenta.

5. Clyde Edwards-Helaire – LSU

Llegará a la NFL tras haber formado parte de la histórica ofensiva de los Tigers, su aportación fue de 1,867 yardas totales y 17 touchdowns.

Su mejor característica es el balance al cruzar la línea de golpeo, por lo que es difícil de derribar al primer contacto y puede hacer fallar a los defensivos en el hueco con cortes en espacios reducidos, todo esto combinado con buena visión, paciencia y anticipación para saber dónde se abrirán los huecos. Un elemento muy valioso casi en cualquier esquema.

Aunque no tiene gran velocidad en campo abierto para hacer una gran escapada, posee el físico necesario para castigar a las defensivas e irlas ablandando conforme pasa el partido. Probablemente su mejor escenario sería en una ofensiva que lo combine con un corredor dinámico. Se puede proyectar con un rol prominente desde el inicio de su carrera.

Estos son los 5 mejores running backs rumbo al Draft NFL 2020.

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