El derrumbe de los Bills en 2021: ¿realidad o percepción?

Por Sebastián Vallejo. Sigue su proyecto en @HolyRollerNFL

Antes de vender cualquier tipo de oportunidad de playoffs de los Buffalo Bills en una reacción exagerada, respiremos hondo y exhalemos. Hay que ajustar las expectativas en consecuencia después de que esta organización comenzara la temporada 4-1 y parecían ser el equipo dominante de la AFC después de vencer a los Kansas City Chiefs en la Semana 5. Desde entonces, los Bills han caído a 7-6 y han cedido el control de la AFC East a los New England Patriots.

Ahora, son el séptimo sembrado, Buffalo está en peligro real de perderse los playoffs un año después de llegar a una victoria del Super Bowl.

Los Bills tienen uno de los rosters más equilibrados, ocupando el quinto lugar en puntos anotados y permitiendo la segunda menor cantidad de puntos. En sus juegos restantes, recibirán a los Carolina Panthers (5-8), Atlanta Falcons (6-7) y New York Jets (3-10). Ninguno de esos equipos tiene el personal para explotar las debilidades de los Bills en las trincheras.

En el peor de los casos, los Bills terminarán 10-7, lo que probablemente calificaría para un puesto de comodín en la AFC, pero no avanzarán más allá de la ronda divisional, pues cuatro de los oponentes de Buffalo han expuesto una falla fatal en su defensa.

La mayor preocupación está en la defensa

En una Semana 6 contra Buffalo, los Tennessee Titans corrieron el balón para 146 yardas, y el QB Ryan Tannehill terminó 18 de 29 pases para 216 yardas y 1 intercepción en una victoria 34-31.

Hace tres semanas, los Indianapolis Colts corrieron para 264 yardas, mientras que el QB Carson Wentz completó solo 11 de sus 20 intentos de pase para 106 yardas y 1 touchdown en una victoria por 41-15 sobre los Bills. Los Colts esencialmente proporcionaron el plan de cómo atacar a la defensiva de los Bills, los Patriots y los Buccaneers lo ejecutaron perfectamente, con más 350 yardas terrestres acumuladas entre ambos contra esa unidad defensiva.

Los Bills no han logrado igualar la intensidad de los oponentes que controlan el juego desde la línea de scrimmage, lo cual es un problema para un equipo que puede enfrentar una o más de las seis principales ofensivas terrestres en los playoffs. Ravens, Patriots y Titans pueden acumular más de 200 yardas terrestres con un plan de juego lleno de acarreos.

Si Colts o los Browns se infiltran en los playoffs con sus ataques terrestres dentro de los primeros cinco lugares de la NFL, Buffalo no coincidiría bien con ninguno de los dos equipos. En cualquier juego con clima inclemente, que minimiza el juego aéreo, los Bills tendrían dificultades para ajustar su ofensiva a las condiciones.

Los Bills no aportan suficiente juego físico al campo de juego, lo que explica por qué Colts, Patriots y Buccaneers los avergonzaron en las últimas semanas, pasando el balón por el corazón de la defensiva.

La ofensiva es terriblemente inconstante

Además de la incapacidad de los Bills para frenar el ataque terrestre de sus rivales, tienen varios problemas para convertir en la zona roja. Buffalo, al mismo tiempo no tiene un juego terrestre confiable para terminar drives en lo profundo del territorio de la oposición.

A lo largo de la campaña de 2021, los Bills han confiado principalmente en el QB Josh Allen para mover el balón por aire con un grupo profundo de wide receivers que incluye a Stefon Diggs, Emmanuel Sanders, Cole Beasley, Gabriel Davis y el TE Dawson Knox. Si bien ha llevado a su equipo a un récord de 7-6, en el meollo de la discusión de los playoffs, los running backs de los Bills no han brindado mucha ayuda en el terreno.

Allen representa aproximadamente el 30 por ciento de las 1,400 yardas terrestres de los Bills. El RB Devin Singletary no tiene gran velocidad, elusividad o el poder de ignorar a los defensores entre la línea de scrimmage. Zack Moss tiene un estilo de acarreo contundente, pero con dificultades para encontrar carriles abiertos, promediando solo 3.4 yardas por acarreo. Matt Breida tiene la velocidad para conseguir grandes jugadas, pero es más efectivo corriendo por el externo de la línea ofensiva. El balance es la clave, y los Bills no tienen nada de eso.

¿Qué esperanza podemos tener con estos Bills?

El HC Sean McDermott y el coordinador ofensivo Brian Daboll, quien llama las jugadas al ataque, tienen que arreglar las arrugas de sus diferencias, pero eso no va a cambiar la complexión de la ofensiva.

Hay algo mal entre McDermott y Daboll. una desconexión potencialmente creciente entre la forma en que el entrenador en jefe quiere que juegue la ofensiva de su equipo y la forma en que opera el jugador ofensivo en los días de partido. De igual forma, no es tan simple como cumplir con lo que McDermott quiere. Los Bills no están equipados para ser un equipo orientado en ser físico. Eso está claro.

Ahora mismo, Los Bills pueden subir en el marcador contra equipos mediocres que luchan por mover el balón, o detener ataques aéreos de alto octanaje. Por otro lado, no tienen una estrategia ganadora alternativa si el oponente domina la batalla por el tiempo de posesión. Allen y sus armas no tendrían mucho margen de error mientras veían la mayor parte del juego desde la línea lateral.

De una manera u otra, los Bills enfrentarían una prueba física durante los playoffs y no tienen las respuestas para eso. ¿Estás de acuerdo con esto? ¿Qué crees que hará que los Bills superen estas dificultades en un posible camino al Super Bowl? Te leemos en los comentarios bajo este artículo y en nuestras redes sociales.