¿Qué tanto hay que emocionarse con el éxito de los Cowboys?

En su partido de la semana 5 los Dallas Cowboys se impusieron fácilmente a los New York Giants en el AT&T Stadium por marcador de 44-20.

A prácticamente un año calendario de la lesión en el tobillo que terminara la temporada 2020 del QB Dak Prescott, en el mismo estadio y contra el mismo rival, los de la Estrella Solitaria tuvieron una tarde tranquila y registraron su cuarta victoria consecutiva en la temporada.

Tarde de horror para las estrellas ofensivas de los Giants

No podemos dejar de mencionar el hecho de que, durante el partido, los Giants perdieron por lesión a sus tres piezas ofensivas más importantes: el quarterback Daniel Jones salió conmocionado, su corredor Saquon Barkley tuvo una torcedura de tobillo y su receptor Kenny Golladay salió con una lesión de rodilla; todo esto sumado al hecho de que llegaron al partido con sustitutos en distintos puntos de la línea ofensiva y sin otros dos receptores.

Con todo esto, resultaba difícil de creer que el partido estuviera empatado a 10 puntos en un punto del segundo cuarto. Este marcador se debió principalmente a dos entregas de balón de Dak Prescott; primero un pase que rebotó en la línea de golpeo y terminó interceptado y luego un centro que no puede controlar que termina en fumble.

Los Cowboys siguen ejecutando su trabajo

El mérito de anotar más de 40 puntos por segunda ocasión en la temporada –nuevamente contra un rival divisional– y de involucrar a todas las armas de la ofensiva, sin duda es destacado. Esta tarde, Prescott lanzó para 302 yardas y tres touchdowns, encontrando a CeeDee Lamb (4 recepciones 89 yardas y 1 TD), Dalton Schultz (6 recepciones 79 yardas) y Amari Cooper (3 recepciones 60 yardas y 1 TD), además de las 185 yardas por tierra que consiguieron Ezekiel Elliott y Tony Pollard.

Trevon Diggs hace historia, pero la defensiva deja dudas

Del otro lado del balón, a pesar de que Trevon Diggs volvió a interceptar, convirtiéndose así en el jugador con la racha más larga de partidos consecutivos con intercepción en la historia de la franquicia y uno de solo tres en la historia de la era del Super Bowl en haber conseguido 5 partidos con ese logro, la unidad defensiva no tuvo un día tan dominante como en otras ocasiones.

A pesar de que presionaron decentemente a Jones (lo cual era de esperarse por enfrentar a una línea ofensiva parchada), no consiguieron sack y le permitieron 367 yardas totales a un ataque con quarterback, corredor y receptores suplentes.

¿Puede la afición emocionarse con este equipo?

Esta victoria para los Cowboys los coloca en una posición ideal dentro de su propia división, en la que ahora están solos en la cima con récord de 3-1 y con la oportunidad de seguir construyendo ventaja debido a que sus siguientes oponentes son los New England Patriots, Minnesota Vikings, Denver Broncos y Atlanta Falcons; ninguno de ellos equipos que constantemente se hayan mostrado constantemente dominantes.

Si uno se enfoca en el balance entre ofensiva y defensiva, con la diversidad que han mostrado en las dos facetas, complementada por los rivales que están en puerta, es fácil emocionarse y pensar que este equipo podría, en el mejor de los casos podría pasar un mes más sin conocer la derrota, o en el peor, cuando mucho con dos más de las que tiene ahora.

Vale la pena, sin embargo ser precavidos con el entusiasmo, ya que también por momentos el equipo ha mostrado errores de ejecución y de coacheo que pueden llegar a costar caro.

Los Cowboys son una realidad en la Conferencia Nacional, pero aún están lejos de ser un equipo perfecto. ¿Cuál es tu opinión al respecto? Te leemos en los comentarios bajo este artículo y en nuestras redes sociales.