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¿Qué sigue para los Dallas Cowboys (y para Mike McCarthy)?

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Después de la paliza que les dio Washington en su estadio, el futuro de los Cowboys es bastante oscuro, y podrían terminar haciendo un “Cardinals”: cambiar de coach tras apenas una temporada.

En enero de 2018 los Arizona Cardinals firmaron a Steve Wilks como su head coach, y tras una marca de 3-13 el equipo tomó la decisión de despedirlo 11 meses después. Poco tiempo después firmaron a Kliff Kingsbury y seleccionaron a su QB Kyler Murray, haciendo oficial que daban por reiniciado el proceso de reconstrucción apenas un año después de haber comenzado el intento previo. Y justo en este momento es válido preguntarse si los Cowboys deberían hacer lo mismo.

¿Qué pasó hoy ante Washington?

Además de sufrir un par de lesiones en la línea ofensiva, la defensiva de Dallas tuvo toda clase de problemas para detener a Antonio Gibson y el ataque terrestre del Washington Football Team. Gibson corrió para 115 yardas con tres anotaciones en lo que terminó siendo una tarde de 182 yardas para los visitantes.

Por si eso fuera poco, hubo dos momentos donde el partido se fue de las manos para los Cowboys. El primero fue una intercepción de Jaylon Smith a Alex Smith, misma que no terminó en anotación por una gran intervención de Terry McLaurin:

Después de eso, Dallas tuvo una serie donde perdieron seis yardas y tuvieron que conformarse con un gol de campo. Y a partir de ahí se notó que el ánimo del equipo comenzó a caer, y eso se magnificó cuando sobre el final del tercer cuarto intentaron una jugada de engaño en una patada de despeje dentro de su territorio:

Washington anotó en la primera jugada de su siguiente serie y a partir de ahí todo vino en picada para el equipo de Mike McCarthy, que recibió 14 puntos más para dar el resultado final de 41-16.

¿Qué sigue para los Cowboys?

Con el equipo en 3-8 y notablemente perdidos a la defensiva, es válido preguntarse cuántos cambios se tienen que hacer en la organización. El más inmediato debería ser despedir a Mike Nolan, coordinador defensivo del equipo, para tratar de generar algo dentro de esta unidad.

Un par de meses después será justo preguntarse qué tan buena fue la decisión de contratar a Mike McCarthy. El equipo no era muy sólido durante la era de Jason Garrett, pero cuando menos era mucho más competitivo, y los rumores de que McCarthy ha perdido el locker no suenan tan extraños cuando uno ve cómo juega este equipo.

Dallas tiene todavía cinco partidos en su calendario: Ravens, Bengals, 49ers, Eagles y Giants. En teoría cuatro de estos partidos son ganables, y esa debe ser la misión para Mike McCarthy y los Cowboys: ganar esos cuatro encuentros y esperar que el 7-9 sea suficiente para llevarse la división y el boleto a la postemporada.

De no ser así entonces no debería sorprendernos que todo este proyecto de reconstrucción bajo el mando de Mike McCarthy termine siendo una de las anécdotas del 2020.

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