Previo de los Houston Texans a la Temporada NFL 2020

Para los Houston Texans esta es una temporada en la que tendrán que probar que siguen siendo el equipo a vencer dentro de su división tras alcanzar en 2019 ya dos temporadas consecutivas con diez o más triunfos.

Tras una offseason en el que Bill O’Brien recibió el cargo de general manager, adicional a sus labores como head coach, e hizo movimientos ampliamente criticados por muchos, ahora enfrentan una temporada en la que su quarterback Deshaun Watson entrará al último año bajo su contrato de novato (sin tomar en cuenta la opción de quinto año) en lo que podría ser la última oportunidad del equipo de tener jugadores caros con resultados que no vivan a la altura de las expectativas.

5 historias a seguir de los Houston Texans 

1. Receptores con potencial, pero llenos de interrogantes 

Tras la salida de DeAndre Hopkis, es difícil argumentar que el talento sea mejor que el año pasado. Para esta temporada, el cuerpo de receptores estará compuesto principalmente por Brandin Cooks, Randall Cobb, Will Fuller y Kenny Stills, un grupo que, si se mantiene sano, tiene potencial, pero que al mismo tiempo tiene grandes dudas. 

Para dimensionar las cosas basta con decir que, en las dos últimas temporadas, Fuller ha estado sano en apenas 14 partidos. Cooks tuvo una gran regresión con respecto a 2018 registrando solo 538 yardas y 45 pases menos lanzados en su dirección, mientras que Cobb tuvo un muy buen año en 2019, pero lo logró tras una franca decadencia. ¿Quién será el jugador que destaque en este cuadro?

2. ¿Habrá juego terrestre?

Parte de los movimientos de offseason fue la llegada de David Johnson, un jugador que ha venido en franca debacle en los últimos años y que el año pasado básicamente perdió la titularidad por lesiones y baja de juego. Ahora liderará este backfield tras la salida de Carlos Hyde. Detrás del ex-Cardinal está un jugador con un rol limitado que puede ser bastante efectivo como Duke Johnson. En caso de no obtener lo esperado del recién llegado, sería arriesgado recargarse en él.

No podemos dejar de mencionar la habilidad de Watson para aportar en el juego terrestre, pero es algo alrededor de lo cual este equipo no parece que vaya a construir.

3. ¿Cuál será la identidad defensiva?

El año pasado, esta defensiva fue francamente mala en prácticamente todas las categorías. Defendiendo la carrera, requieren que el novato Ross Blacklock produzca de inmediato y que Angelo Blackson haga una labor interesante, ya que, de otra forma, dependen de que J.J. Watt se mantenga sano, casi imposible al recordar que ha jugado solo en 32 partidos en las pasadas cuatro temporadas.

Contra el pase, deberán esperar que la presión al QB mejore considerablemente, ya que produjeron un sack o un golpe al pasador en apenas el 18.1% de oportunidades (lugar 25 en la liga), lo cual hacía que su secundaria se viera obligada a cubrir por mucho tiempo, y eso resultó en jugadas grandes. Ahora Gareon Conley y Bradley Roby serán los encargados de custodiar a los receptores por fuera de los números, potencialmente con Vernon Hargreaves defendiendo el slot.

Ya sea con pass rush velocidad en los linebackers o con buenas coberturas, este equipo necesita un rostro que aporte jugadas grandes de forma constante.

4. Tim Kelly y Anthony Weaver, dos nuevos coordinadores a la ofensiva y defensiva.

A principios de año O’Brien cedió el control de la ofensiva a Kelly, quien ha estado a su lado desde su llegada al equipo en 2014 en diferentes cargos a la ofensiva. ¿Veremos algún cambio en el estilo o el enfoque? Con O’Brien, a pesar de todo, eran un equipo arriesgado y que buscaba estirar el campo, siendo Kelly un allegado suyo, no se anticiparía gran cambio, sin embargo, será interesante ver cuál es su sello personal.

Por el lado de la defensiva, Weaver se encargó de dirigir a los frontales por cuatro temporadas bajo el mando de Romeo Crennel, sin embargo, no solo de este último ha aprendido, sino que se ha desarrollado bajo el tutelaje de figuras como Brian Billick (como jugador), Rex Ryan y Mike Pettine, todos ellos coordinadores consolidados que basan su éxito en el esquema 3-4. Será interesante ver si se implementa alguna variante con su llegada.

5. Su calendario es realmente complicado

A lo largo de la temporada enfrentan solo a tres equipos que, en consenso, podrían tener un récord perdedor; Jacksonville, Detroit y Cincinnati. El resto son equipos que, por lo menos, tienen proyección de ser medianamente competitivos.

Basta con observar sus primeros cuatro juegos. En las dos primeras semanas enfrentan de visita a los Chiefs y reciben a los Ravens, respectivamente, y continúan con duelos en Pittsburgh y contra los Vikings. No sería sorpresivo que este equipo comenzara la temporada 0-4 y en pésima posición para contender hacia el final.

Puedes ver otro previo de los Texans (junto con los Titans) en este video:

La temporada 2020 de los Texans será un éxito si…

Están en la pelea por Playoffs, ya que con el talento que tienen, no necesariamente deberían estarlo. El nivel de competencia es difícil de predecir en la AFC South, y el talento de su QB les abre un poco la posibilidad.

Esta temporada será un fracaso en Houston si…

Terminan entre los dos últimos lugares de su división. Esto expondría de forma evidente las carencias en el roster y los metería en serios problemas rumbo al siguiente offseason.

 El MVP de los Houston Texans en 2020 será:

Deshaun Watson – QB

Es difícil mirar a otro lado cuando tienes a un QB que se crece en momentos importantes, algo que seguramente seguirá haciendo. Muy pronto se convertirá en el siguiente pasador multimillonario del que todos hablan.

Un jugador que decepcionará en la temporada 2020 será:

Brandin Cooks – WR

La carrera de este jugador ha consistido en rondar por distintos equipos, siendo cambiado por selecciones altas en el Draft y llegando a ser un jugador de rol limitado. New Orleans, New England y Los Angeles Rams lo han visto llegar para recibir eventuales pases largos y a sufrir conmociones en algún punto de la temporada.

 Algo positivo que decir de los Houston Texans en 2020

Regresamos a Deshaun Watson. Se trata de uno de los mejores quarterbacks de la liga y si las cosas van bien, incluso tiene material de MVP. Su presencia en el equipo mantiene relevantes a los Texans y hace que no los podamos descalificar del todo.

Algo negativo que decir de este equipo

 La administración de Bill O’Brien, en pocos meses como General Manager es de destacar, para mal. Solo un par de ejemplos para ilustrar el punto: Primero, no quisieron pagarle a Hopkins, lo intercambiaron a Arizona y obtuvieron a David Johnson, quien tiene un contrato ridículo para un RB de su rendimiento y además cedieron capital en el draft. A pesar de ello, los Texans siguen teniendo el tercer grupo de receptores más caro de la liga.

Segundo, al adquirir a Laremi Tunsil vía intercambio, no aseguró un nuevo contrato, por lo que ahora no tienen poder de negociación y tienen que pagarle 22 millones por año.

Este tipo de movimientos solo hacen que la negociación que está por venir con Watson se complique por cómo están distribuidos los recursos. Y por si fuera poco, no tienen selecciones de primera ni segunda ronda en el Draft NFL 2021.

La predicción de Luis Obregón de la Temporada 2020 de los Texans es:

Los Texans son el candidato perfecto para sufrir una importante regresión en 2020. Lo mejor es que están en la misma división con los Jaguars, un equipo que pasa por un momento todavía peor, sin embargo, todo sugiere que, después de ser el tercer equipo en los últimos veinte años que ganó diez partidos con un diferencial de puntos de -7, la suerte ser terminará y quedarán, en el mejor de los casos, con un percentil de victorias de .500

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