Lo bueno y lo malo de la temporada 2019 de Jameis Winston

La temporada 2019 de Jameis Winston ha sido de altas y bajas, y la última semana sirvió para que dejara dos marcas más en su historia personal.

El quarterback de los Tampa Bay Buccaneers siempre ha sido objeto de críticas, en gran parte porque no ha producido al nivel esperado pero este año, el primero bajo el mando de Bruce Arians, sus estadísticas se han elevado considerablemente.

De hecho en el partido de hoy ante los Falcons ya estaba muy cerca de lograr las 5 000 yardas en el año, cifra que finalmente alcanzó en el segundo cuarto del partido.

5⃣k pic.twitter.com/rNLnjYaFe7

— Tampa Bay Buccaneers (@Buccaneers) December 29, 2019

Con esto Winston se convierte en el octavo jugador en llegar a esa cifra en una temporada. Los otros siete son Drew Brees (que lo ha hecho cinco veces: 2008, 2011, 2012, 2013 y 2016), Peyton Manning (2013), Tom Brady (2011), Ben Roethlisberger (2018), Patrick Mahomes (2018), Dan Marino (1984) y Matthew Stafford (2011).

Las marcas de Jameis Winston

Winston llegó a la semana 17 con 4 908 yardas, y con las 201 que tuvo en este encuentro llegó a 5 109 en la temporada, cifra que lo deja en el octavo lugar de todos los tiempos. De hecho se quedó a 21 yardas de rebasar a Ben Roethlisberger, que tuvo 5 129 yardas y está en el séptimo lugar.

Algo interesante es que Winston también tuvo 30 intercepciones en la temporada al lanzar dos en el partido de hoy. De hecho la segunda, que fue una intercepción devuelta para anotación en el tiempo extra, fue el séptimo ‘pick six’ que lanza en la temporada, la mayor cantidad para cualquier QB desde 1950.

Y no solamente eso: es el primer QB en la historia de la NFL en lanzar 30 pases de anotación y 30 intercepciones en la misma temporada. Y es que el año estuvo lleno de entregas para este jugador: en total lanzó al menos una intercepción en once partidos consecutivos y son nueve los encuentros donde tuvo al menos dos intercepciones.

¿Qué representa esto para Winston?

El QB de los Buccaneers está en el último año de su contrato y esta temporada ha servido como una última prueba para él con el equipo, y hasta ahora los resultados han sido mezclados.

Por un lado están sus 5 000 yardas y rebasó los 30 pases de anotación, pero por el otro están las 30 intercepciones que ayudaron a que consiguiera tra marca, así que se pueden tener argumentos en ambas direcciones. Lo positivo para él es que, con sus estadísticas por pase, tiene el potencial para ser un QB productivo de manera constante y solamente se debe trabajar en sus errores.

El problema para los Bucs es que tantas entregas no serán algo fácil de solucionar.