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¿Quién es C.J. Beathard?

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Los Niners han tenido una buena lista de quarterbacks y los podemos clasificar del más malo hasta el GOAT, quizá de todos los tiempos, pero lo que nos toca hoy es hablar del presente y este es C.J. Beathard, el novato elegido por Kyle Shanahan para guiar de momento el proceso de reconstrucción de la franquicia.

El novato tiene “sangre noble” en sus venas, al ser nieto de Bobby Beathard, y aunque puede que el nombre no les diga nada, fue un scout muy importante en la NFL con los Miami Dolphins perfectos del Super Bowl VII y bicampeones con el VIII. También fue el arquitecto de los Washington Redskins de 1978 a 1989, ganando el Super Bowl XVII y XXII como general manager del equipo. En la actualidad podría no tardar en ver su nombre entrar al salón de los inmortales, de hecho es finalista en la categoría de contribuyente.

Pero la fama no para con su abuelo, su padre Casey es un famoso y reconocido escritor de música country, así la familia Beathard fue creciendo tanto en la música como en el campo de football. C.J. tiene dos hermanos. Tucker Beathard, una joven estrella de música con un video, “Rock On”, el cual tiene más de 12 millones de reproducciones en Youtube. El más joven, Clay, también se desempeña como quarterback y es freshman de UT Martin.

El novato pudo dedicarse a la música como su padre y su hermano, hacerse su camino junto a Kenny Chesney o Taylor Swift (https://twitter.com/BetterRivals/status/921020075708215297/photo/1), incluso conoció a Miley Cyrus antes de que fuera famosa gracias a su padre Billy Ray Cyrus. En resumen, la farándula no le es ajena, pero él eligió el football, su verdadera pasión.

Beathard era un buen prospecto en su estado natal Tennessee, tuvo una sesión privada con Houston Nutt, el entonces head coach de la Universidad de Ole Miss, pero para su mala fortuna ese mismo año Nutt sería despedido, por lo que C.J. tuvo que buscar un nuevo horizonte y la Universidad de Iowa se convirtió en su nueva casa.

Su temprana estadía en Iowa no fue la más promisoria rumbo a la NFL, de hecho batalló mucho para hacerse del puesto titular como quarterback, pero cuando lo consiguió atrajo las miradas de todos los scouts. En su año junior llevó a Iowa a un record de 12-0 en temporada regular, incluso metiendo al equipo hasta el 4 puesto de la nación compitiendo por un lugar en los playoffs del football colegial. Lamentablemente en el campeonato del Big Ten ante el número 5 Michigan State se quedaron cortos y cayeron 16-13 por lo que terminaron disputando el nada despreciable Rose Bowl como número 5, esta vez ante Stanford, número 6 y el equipo que se llevó la victoria el 1 de enero de 2016.

La temporada senior de Beathard estuvo llena de altibajos, perdiendo pronto la categoría dentro del top 25 pero dando la campanada en la recta final de temporada ante Michingan (2), y posteriormente ante Nebraska (17). Finalmente cerraron la temporada como 21 de la nación cayendo ante Florida (20) en el Outback Bowl. Si bien C.J Beathard no ganó grandes reconocimientos se llevó la atención de los scouts para cumplir su sueño como profesional.

Rumbo al Draft, Beathard no hizo mucho para pensar en el próximo steal del sorteo, sin embargo su experiencia en una ofensiva estilo profesional lo hizo llamar la atención de Kyle Shanahan, quien lo comparó con Kirk Cousins, otro quarterback sin grandes atributos pero con conocimiento del juego a nivel profesional. Curiosamente es el mismo estilo de Brian Hoyer, tres mariscales del Big Ten que no nos hacen saltar del asiento pero con quienes se puede construir una franquicia gracias a su estabilidad.

Shanahan no tiene paciencia para novatos con grandes highlights pero ineficaces en su mecánica y de poco conocimiento del playbook como Robert Griffin III o Johnny Manziel. Lo que él quiere es un soldado que sepa transmitir sus ordenes al resto del pelotón y hacer de su equipo uno competitivo, que no ponga en riesgo su trabajo. Bajo dicha filosofía los Niners reclutaron a Beathard con el pick 104 en la tercera ronda del Draft 2016.

El techo de Brian Hoyer está definido desde hace varios años, y ante el mal inicio de los Niners en 2017, Shanahan decidió darle la oportunidad al novato para evaluar su talento y potencial de cara al 2018. Ante los Redskins, Beathard no lo hizo nada mal, metiendo a los Niners a un juego que prometía una paliza, aunque su porcentaje de pases completos apenas superó el 50% con 19 de 36 intentos por momentos se le vio prometedor moviendo las cadenas y conectado con sus receptores.

Ante los Cowboys realmente no se puede hacer una evaluación justa, pues aunque su porcentaje de pases aumentó al 57% con 22 completos en 38 intentos, el equipo terminó perdiendo por paliza 40-10, fueron superados en las tres facetas del juego y realmente le complicaron el juego al novato cuando la defensa no puede parar el juego terrestre y se ven obligados a responder serie tras serie sin error.

Lo que sí podemos observar son sus agallas y deseo de mejorar. Aunque no es un tipo muy rápido ejecuta de gran manera la read option si así lo pide su coach, si lo capturan cinco veces se levanta sin queja alguna y sigue jugando. El camino es largo para el quarterback, pero no puede demorarse a poner sus cartas sobre la mesa, pues los rumores sobre el reencuentro entre Shanahan y Cousins para 2018 son muy fuertes y C.J. ha llegado hasta aquí para no soltar su puesto nuevamente.

C.J. significa Casey Jarrett, aquel niño que nació en la cuna del country y quien adoptó la pasión por el football de su abuelo. Ahora quiere ganarse de un nombre propio en la NFL. La misión no es fácil y el gran listado de quarterbacks en la franquicia le complica aún más la misión, afortunadamente tiene en Shanahan un aliado importante que creyó en él y le dará las armas necesarias para continuar su desarrollo,

¿Lograra escribir un buen hit en la NFL? Ya lo veremos.

 

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