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Las narrativas en torno a la derrota de los Cowboys

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Los Dallas Cowboys acaban de sufrir la primera derrota desde el mes de septiembre, nuevamente a manos de los New York Giants. Ahora, las narrativas que se habían cocinado a fuego lento han salido del horno y ya están por todos lados.

Las especulaciones comienzan, los dedos comienzan a apuntar en todas direcciones buscando culpables y los que algún día argumentaron en una dirección hoy comienzan a hacerlo de forma opuesta. Es por ello que he decidido tomar algunas y emitir una postura al respecto, una muy personal, pero que puede servir para que cada quien forme la suya, así sea discrepando.

Aunque es cierto que las narrativas alimentan a la industria de la NFL, considero que algunas son realmente desechables, necias y sólo sirven para hablar de generalidades, dejando de lado enfoques más específicos y que llevan la conversación a otro nivel. Aquí algunas muestras.

Narrativa: Se acabó la racha de victorias consecutivas.

Mi postura: Esta línea – palabras más, palabras menos – es la más usada en los encabezados, en las bajadas y en los textos que hablan del partido.

Hay que recordar que todas las rachas se acaban; las de victorias, las de derrotas (a los Browns les urge), las de partidos con al menos una recepción (Jason Witten la semana pasada), las de pases lanzados sin intercepción (Dak Prescott llegó a 171), las de partidos sin generar fumbles (como los Cowboys desde la semana 8), etc. Centrarse en hablar de ello es perderse de conversaciones mucho más interesantes.

Las rachas terminan y otras comienzan, a pesar ser indicativas de tendencias, hablar de que el equipo dejó de ganar, así sin más, enaltece el escándalo y lo saca de dimensión. No es que la derrota sea poca cosa, pero hacer de éste el punto central de la conversación implica quedarse en la superficie y dejar de hablar de, por ejemplo, las razones para que eso sucediera.

Narrativa: Ya es diciembre, siempre se desploman en este mes.

Mi postura: Entre los pasados cinco y siete años, este argumento fue complementario al “Tony Romo no gana el partido importante”. No es mi intención reafirmar o desmentir ambos enunciados, principalmente porque este es un equipo distinto, en jugadores y en mentalidad, a aquellos dirigidos por Wade Phillips o incluso los de los primeros años de Jason Garrett. De aquella época prácticamente sólo quedan Jason Witten y Doug Free en el cuadro titular, Sean Lee y Dez Bryant, por ejemplo, eran novatos en la temporada en la que Phillips y Garret dividieron tiempo dirigiendo al equipo.

Dejemos que sea este nuevo núcleo de jugadores liderados por un par de novatos en las posiciones de quarterback y running back quienes nos muestren su resiliencia en el último mes de la temporada antes de hacer algún juicio.

Aún en el caso de que el equipo se caiga, esto no implica que “siempre les pase”, por una razón tan simple como que este es un equipo nuevo.

Narrativa: Deberían considerar regresar a Tony Romo a la titularidad

Mi postura: ¿En serio? ¿No se supone que estábamos viendo a “Dak Unitas”, convencidos de que era piedra angular para la nueva dinastía de los Cowboys?

A estas alturas el compromiso del equipo con Dak Prescott no permite dar un volantazo de esa magnitud por dos malos partidos del novato. En efecto fueron malas actuaciones que no se pueden negar, sin embargo hay que considerar que enfrente tuvo a una defensiva sumamente competentes.

Prescott es un novato y va a tener partidos malos (de hecho los está teniendo), eso era de esperarse. Es ahora cuando hay que ajustar para mejorar, sentarlo en este momento lo perjudicaría.

Con sólo 13 partidos como profesional, este jugador necesita todas las repeticiones posibles, tanto en entrenamientos como en partidos. Eso le da material a los coordinadores defensivos rivales para detectar debilidades, así que es ahora más que nunca cuando su preparación debe afinarse. Es la misma razón por la que descansarlo en el hipotético caso de que el equipo no tenga nada importante por qué jugar sale por la ventana.

Por más que un sector de los fans desee ver a Romo de vuelta en el campo para una última aventura (me incluyo), este ya no es el momento.

Narrativa: No le habían ganado a ningún rival significativo, ahora sí van a enfrentar a buenos equipos.

Mi postura: Lo primero que hay que aclarar es que ningún equipo puede jugar fuera de su calendario, tener a equipos como Bears, 49ers y Browns en el rol de juegos no es culpa de nadie más que del sistema de rotación de rivales de la NFL, sin embargo dos de esos duelos fueron como visitantes y San Francisco los metió en problemas al inicio del encuentro.

Fuera de esos tres juegos, han vencido a un equipo de los Bengals que en ese momento no era tan malo como hoy, a los Packers en Green Bay de forma contundente, a los Ravens que presentaban la mejor defensiva al momento y les anotaron 27 puntos, a los Steelers en Pittsburgh en un tiroteo, a los Vikings en Minnesota en un mal partido que comprobó su capacidad de “ganar feo” y tres victorias más dentro de su división, dos sobre Redskins y una sobre Eagles en Tiempo Extra.

En retrospectiva, son siete victorias que no cualquiera pudo haber obtenido contra rivales sólidos, cuatro de ellas en un entorno hostil como visitante.

Si los rivales del último mes de la temporada son mejores que el resto, eso simplemente no se puede saber por anticipado. No le creo a quien me diga que en abril, cuando se publicó el calendario, sabía que Tampa Bay y Detroit iban a ser contendientes. Las cosas se han desdoblado de esa manera y ahora hay que sortear las pruebas, al igual que se hizo durante septiembre, octubre y noviembre.

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